Este es el segundo artículo de la serie dedicada a encontrar la legión que tuvo que operar en Las Merindades durante las Guerras Cántabras. Te recomiendo que leas el primero para saber lo que estamos buscando y entender el contexto.
En ese artículo anterior comentábamos que hace años encontraron un campamentito romano en la Merindad de Valdeporres. Lo encontraron en el alto de la Dulla, una montaña escarpada de muy difícil acceso. Comentábamos también que tenía que ser un puesto de observación que vigilara los cursos de los ríos Engaña y Nela que eran la bajada natural desde la cordillera hacia el valle. Pero, ¿y si vigilaban otra cosa? Al arqueólogo que estudió el campamento, Eduardo Peralta, le he oído siempre decir que ese campamento formaba parte del asedio romano a ese mismo monte.
Si examinamos un poco el alto usando fotografías Lidar en las que se haya eliminado la vegetación podemos ver cosas bastante inesperadas:
Mapa Lidar sin vegetación de los altos de Dulla |
Detalle de acumulaciones de piedra en la Dulla |
Otro brazo de la misma plataforma tiene aún más señales de haber sido habitada y parcelada:
No me negarás que una vez hemos quitado la vegetación se ve claramente que ahí vivía gente, ¿verdad? ¿Cuánta gente? Difícil de decir, pero al menos podemos medir el área que ocupa esa plataforma. La plataforma en cuestión ocupa el área rayada:
La medición que he hecho me da alrededor de 133ha para esa plataforma. Es un sitio bastante grande. Para hacernos una idea, la Roma clásica de las 7 colinas ocupa alrededor de 400ha. Sin duda más grande, pero hablamos de los mismos órdenes de magnitud.
El resto de plataformas que puedes ver en la foto Lidar también dan pistas de haber sido habitadas en varios momentos. Hay acumulaciones de piedra como en la que hemos comentado pero con menor densidad. También hay un par de despoblados. Estos últimos como las construcciones son distintas y están rodeados de tierra labrada, no corresponden al periodo de lo que estamos buscando por lo que nos vamos a olvidar de ellos para nuestro análisis.
Para entender por qué vivía ahí gente tenemos que atender a dos cosas:
1) Acceso a agua de calidad. Condición sine qua non para que pueda haber vivido allí alguien. Esa condición se cumple porque en los mapas hidrográficos se observa que por allí pasa un arroyo que acaba surtiendo el Nela y una cuenca de captación que discurre por la torca (agujero grande) que se puede ver en las fotos y que tiene pinta de haber sido una especie de pozo.
2) Una razón para vivir allí. Esto es lo más complicado. Con lo fácil que es vivir más cerca del llano, ¿qué hacía toda esa gente viviendo en un sitio tan inaccesible? Si has leído el artículo sobre la ciudad perdida en Manzanedo, allí al menos había unos accesos magníficos que permitían la circulación de personas y rebaños grandes de animales. Pero aquí no hay nada de eso. Subir a la plataforma de nuestro análisis es muy complicado. Para colmo, ni siquiera tiene pinta en las fotos lidar de haber sido labrada alguna vez, así que no creo que tuvieran cereal allí arriba y es probable que dependieran casi exclusivamente de su ganado.
Mi hipótesis es que solo hay una razón para que estuvieran allí: miedo. Mucho miedo.
Vamos a repasar lo que hemos descubierto hasta ahora:
- En el alto de la Dulla vivía bastante gente. Esas 133ha estuvieron habitadas en algún momento, aunque sin señales de haber sido labradas.
- En el único punto por el que se puede acceder mal que bien, montaron un sistema defensivo impresionante para que no se pudiera acceder a la plataforma desde fuera.
- Justo en la plataforma al lado de esta los romanos montaron un puesto avanzado de observación.
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